Migrar una aplicación de un framework legado como Dojo a React puede ser una tarea desafiante, pero también ofrece una oportunidad para modernizar la base de código y mejorar el rendimiento general. El proceso comienza con la evaluación de la arquitectura actual de Dojo, identificando módulos y componentes clave que se puedan portar a React de manera progresiva. React, con su arquitectura basada en componentes reutilizables y la posibilidad de usar hooks, ofrece una flexibilidad y un rendimiento que superan al enfoque tradicional de widgets en Dojo.
Es recomendable realizar la migración en fases, integrando ambos frameworks temporalmente en la aplicación para minimizar interrupciones en el servicio. Herramientas como Webpack y Babel pueden ayudar a gestionar el código durante la transición.
Además, es fundamental tener en cuenta la gestión del estado global, ya que React permite utilizar bibliotecas como Redux o Context API para manejar los datos de la aplicación de manera eficiente, lo que facilita la sincronización de componentes y la actualización en tiempo real de la interfaz.